TINTOMARE

Tintos junto
al Mar

VALLE DE LEYDA

Tintomare: tintos costeros

La frescura del mar, el romanticismo del viñedo, una familia acogedora y la alegría de un buen vino dan vida a Tintomare, un proyecto entre el empresario Guillermo Larraín, dueño del viñedo y el vitivinicultor Gianfranco Gamelli.

Nuestros viñedos dan origen a vinos tintos, plantados en el valle de Leyda, en Santo Domingo, entre las lomas de la cordillera de la Costa, sobre suelos graníticos, a seis kilómetros en línea recta del Océano Pacífico.

EL LUGAR

Aire Provenzal

Sobre las clásicas lomas del valle de Leyda y con el mar en el horizonte, se encuentra establecido nuestro pequeño viñedo de 6 hectáreas. La frescura que entregan los 6 kilómetros que nos separan del océano Pacífico dan origen a este exclusivo proyecto llamado Tintomare, en honor a los tintos del mar.

Un sueño que entrega solo variedades tintas, Syrah, Pinot Noir y Malbec, con el fin de buscarles un nuevo espacio a los tintos en Chile.

EL ORIGEN

"El mundo y el clima han cambiado y creemos que los vinos también pueden hacerlo".

D.O SANTO DOMINGO / Valle de Leyda

Syrah

En 2017 se plantaron las primeras parras que en 2020 dan vida a Tintomare, un atrevido y exitoso Syrah Premium cultivado junto al mar. Una copa única, fresca, floral, perfumada y de gran acidez.

Un tinto con energía, pero elegante, de un color púrpura especial. Un vino de mucha identidad, con menor graduación alcohólica, ideal para maridar con platos de comida por la frescura que le entrega la salinidad del mar.

NUESTRO

Equipo

Motivación, experiencia e innovación son las características que reúne el equipo de la Viña Tintomare.

NUESTROS

Reconocimientos

Desde su primera cosecha, Tintomare ha destacado, tanto como vino revelación del año 2022 como por su excelente puntaje en Descorchados, la guía chilena de excelencia gastronómica.

FRESCURA QUE ENRIQUECE EL ALMA

Un caracter único

Sus mañanas frías, muchas veces acompañadas por grandes neblinas costeras que luego abren paso a las clásicas tardes soleadas de playa, dan como resultado vinos más frescos, atrevidos, refrescantes y que nunca pierden la elegancia.